En su título ´´la vida de las celulas´´ y para ser mas específico en el capítulo ´´germenes´´ detalla como nuestro sistema inmune actua (en la mayoría de los casos) de manera exacerbada provocando el autoboicot a nuestro organismo.
La mínima presencia de un agente extraño (patogeno o no) desencadena la paranoia en los leucocitos y su consiguiente reacción liberando lisosomas y pirogenos.
Este proceder de nuestras defensas lo encuentro inherente a nuestro accionar diario, esta reacción frente a lo desconocido.
Nuestro comportamiento, esta ´´actitud´´ de fagocitar, destruir y exterminar aquello que se nos hace incognocible. El aforismo recurrente sería ´´mejor malo conocido que bueno por conocer´´.
No solo lo limito a un sujeto, un sentimiento sino a este pánico que existe por el devenir. Lo que no podemos asimilar animicamente (en ocasiones vaga en el inconciente) lo desterramos, o lo reprimimos como si de esa manera lograramos liberarnos de ello.
Así como los leucocitos ante una capa de liposacaridos no reconocidos, entran en acción (acción paranoide) y provocan, no solo la destrucción del cuerpo extraño sino tambien una agresión a nuestro medio interno, nuestra primera reacción frente a ´´ese´´ nunca percibido, no analizado,no aprehendido genera ese terror, esa paranoia de que nuestro mundo se expande y el control y estabilidad aparente se diluyen.
¿Por qué debemos temer o al menos tomar serios recaudos sobre aquello que desconocemos?
¿Por qué pensar aquello que es extraño o mismo diferente a lo que escencialmente creemos conocer atenta contra nosotros?