lunes, 22 de marzo de 2010

En el umbral...

Hablando de días alcionicos, este es aquel. La calma de la brisa suaviza aun mas temperamento. Se escuchan sones en esa lejanía inalcanzable. Mi caminar es sumamente lento pero plácido. Veo como las hojas de arboles soñados languidecen a la medida de mi paso. La luz es tenue, como aquella que proyecta la puesta del sol. Reconozco rostros que se pierden como la marcha de los autos en la ruta nebulosa. Son rostros desesperados que intentan sostenerme en vano. Yo los saludos con la misma inocencia que un niño grita ´´chau´´ a los aviones en el cielo.
Quiero seguir sintiendo esto, algo que nunca había percibido. ´´No quiero volver´´, no como un dacio de mi conciencia sino como imposibilidad del cuerpo. Es una viaje de ida, creo que haber llegado (no se adonde ni como pero me siento arribado). Los sones en la lejanía ahora son llantos y los rostros configurados por la niebla se alborotan aun mas. Lo que era brisa gira a viento que golpea. Este aporío gobierna lo que me queda por pensamiento. Llego aquel sitio, donde me encuentro con la coherencia que siempre busque, con la felicidad perseguida, con la tranquilidad del devenir. La imagen es de un umbral...
_Listo sres, no insistan más...el paciente falleció; fijen la hora del deceso.
_¿quien le avisa a la familia? Te toca a vos me parece.
_No, la ultima vez fui yo.
_Ok
Hicimos todo lo que pudimos. Le dio pelea pero por alguna razón nos soltó la mano. Lo siento.
Ya cruzó el umbral.

sábado, 13 de marzo de 2010

Sobre aquello que se dice II

Las frases en nuestra cotidianeidad salen a borbotones de la boca de todos. Un tanto polémico, nos habíamos adentrado al trabajo y su inherencia con la dignidad. En esta oportunidad haremos incapie en la siguiente:
El tiempo lo cura todo
¿Cuantas veces hemos dicho a modo de consejo esta sentencia?
Alguien que es herido animicamente, que logra sentir ese dolor en la profundidad del pecho pide a gritos al ´´tiempo´´ el bálsamo para poder continuar respirando.
Nietzsche introduce en ´´genealogía de la moral´´ un concepto que se relaciona con este dicho tan popular. Se trata de la capacidad de olvido. Hemos logrado desarrollar esta acérrima tarea que es olvidar aquellas afrentas, perjuicios al alma, para poder continuar.
No concebida como una tarea pasiva, es sumamente importante en palabras de Nietszche tener esta capacidad para lograr metabolizar las cuestiones anímicas:
´´Este es el beneficio de la activa, como hemos dicho, capacidad de olvido, una guardiana de la puerta, por así decirlo una mantenedora del orden anímico, de la tranquilidad, de la etiqueta: con lo cual resulta visible en seguida que sin capacidad de olvido no puede haber ninguna felicidad, ninguna jovialidad, ninguna esperanza, ningún presente´´
Que el tiempo logre curar todo, es olvidar. Dejar atrás esas heridas del alma, despojarse de ellas radicalmente. Pero como toda difícil empresa, lleva tiempo el olvidar pero sin el nos veríamos detenidos en nuestro camino. Nietszche arremete nuevamente:
´´El hombre en el que este aparato de inhibición se encuentra deteriorado y deja de funcionar es comparable a un dispéptico (y no solo comparable) ese hombre no digiere integramente nada.´´
Además del tiempo necesitamos esta ardua tarea para llegar al menos a un intento de vida plena.

miércoles, 10 de marzo de 2010

Un regreso risueño

Regreso a mi casa a través del transporte publico. El reloj de mi teléfono móvil marca una hora en la cual debería estar en un sueño profundo ya que se trata del fin de un día hábil (comienzo del siguiente a decir verdad). Los pasajeros son escasos y yo me siento parte de ese cansancio propio de un día atareado, un día vorágine, sencillamente un día en la city. Mis camaradas ansiosos por llegar (cualquiera fuera su destino) bostezan, todos comulgamos a la hora del bostezo. Hay de todo en este pequeño tubo a ruedas.
Enfrente mio se encuentra un hombre no mas de 40 y no menos de 30 años. Se encuentra en una profunda lectura y mi miopía no me deja dilucidar el titulo del ejemplar. Me sorprenden las risas aleatorias que deja al pasar las paginas y yo logro hasta reír con el sin saber el motivo. En el fondo del colectivo, hay un joven, un teen. La indumentaria que lleva es coherente a un adolescente. Contestaria, rebelde y con insignias de y una banda de rock que desconozco. Símil al lector, este joven ríe también. Risueño y feliz es su semblante. A través de un recuerdo no cabe duda, ya que no hay nada a su alrededor que logre persuadirlo. Delante de este joven, hay una mujer de unos 50 años aproximadamente, ya que no aparenta ni siquiera acercarse a la tercera edad. Maestra asumo, por su delantal y su bolso lleno de cuadernos. De un momento a otro, esta visible docente se regocija en una carcajada causada por un sms.
El pasaje es escaso pero me deja un sentimiento reconfortante. Todavía hay pretextos para reír, todavía hay quienes la vida puede darle una sonrisa.
Llega mi parada y aunque parezca extraño no deseo bajar, quiero seguir reconfortado por esas risas. Las cuadras lúgubres y vacías que me quedan para llegar a mi morada las transito pensando en ese ´´todavía´´... todavía seguimos risueños.

jueves, 4 de marzo de 2010

El arte de pagar

Nietzsche nos cuenta en tantos aforismo como nuestra vida se resume y dirime en el comercio. Vivir para eso y pensar en eso. Este pensamiento me lleva al concepto de pagar y pagar. El maldito monetarismo. Juntar para pagar, remunerar, sufragar, apoquinar, cancelar, liquidar en cosas prescindibles. Que gastadero de energía.

Que despilfarro:

´´Nuestro tiempo por mucho que hable de Economía es un despilfarrador, despilfarra lo mas valioso, el espíritu´´.


Que sentencia nietzscheneana tan verdadera.

Cuantas vidas nuestras dejamos en el pagar...

Ahora existen sucursales por doquier que alimentan el arte de pagar! ahora pagar es mucho mas fácil! rapipago, pagofacil y etc. ´´Metete en 5000 cuotas a pagar, total tenes estas maravillosas sucursales para pagarlas´´ Ni hablemos del débito automático. Que inteligentes que son los ideólogos del mundo bancario. Claro ahora pagas y ni te das cuenta, te lo sacan cual mago obtiene una carta de una oreja, con esa destreza.

¿ahora por qué seguimos pagando? ¿a quien le estamos pagando? ¿desde cuando es un deber moral pagar las deudas?

Este viejo arte, esta en su highlight, en su máxima expresión. Nuestra vida, el vivir ahora se podría resumir en el pagar. Hasta cuando? y ...cuando colapsemos...y no hablo del sistema sino en nosotros. Ojala tenga ojos para ver como podemos vivir sin pagar, sin monetizar la vida.

miércoles, 3 de marzo de 2010

Sobre aquello que se dice I

Es habitual escuchar en bocas de todos, dichos, contradichos y aforismos. Suelen tener recurrencia y son parte de nuestra indentidad, y en esta tarea repetitiva y crónica de decirlos, los aseveramos y los internalizamos.




¿No deberíamos pensar lo que se viene diciendo desde el antaño? No como un acto de rebeldía o distinción sino como una verdadera reflexión acerca de la utilidad. Tal vez estas ´´frases hechas´´ no se aplican a nosotros, sin embargo queremos no sentirnos equivocados, malobrados o malintencionados y deseamos estar en comunión con ellas.







el trabajo dignifica




En principio habría que desglosarla, y definiendo que es trabajo y que es la dignidad.




Trabajo básicamente es aquello que hacemos a cambio de algo, se busca la retribución. Como vivimos en una sociedad burguesa ( Nietszche habla del ´´pequeño burgués´´) el jornal es a cambio de dinero o sea que el reconocimiento del trabajo es monetario.




Por otro lado la dignidad, es relativa al adjetivo calificativo digno (merecedor de ...) Es el sentimiento de sentirse correspondido.




Ahora bien, me cuesta encontrar la inherencia en este desglose. La verdad es que aquellos que supieron hacerse de las riquezas, hicieron creer por siempre que lo ´´bueno´´, lo que otorga la verdadera iniciativa al hombre es el trabajo. ´´Es muy trabajador´´ como si fuese una cualidad sobresaliente. Y no hablo de irnos al otro extremo como si fuese una dicotomía la actividad diaria, la rutina. Esto es o trabajas o haces nada. El vago frente al trabajador. La realidad es que el sistema monetario y las sociedades burguesas supieron con mucho éxito introducir esto en cada uno de nosotros. Ni hablemos de lo que marca la religión al respecto, una verdadera estratega a la hora de internalizar setimientos. Este rechazo al dicho ´´el trabajo dignifica´´ hace irrevocablemente pensar de que manera deberíamos vivir. Es una tarea no imposible pero si extremedamente contradictoria ya que debemos remar en contra de nuestra educación, tanto la institucional como domestica. Somos enseñados a insertarnos al trabajo, al sistema. Se que es un tema un tanto polémico porque también entra en juego la ética, la moral pero deberíamos al menos pensar que nuestra vida no se circunscribe a nuestro trabajo, ni tampoco nos otorga dignidad a mi entender.


Volviendo un poco a la cuestión religiosa, la vida ascética nos ha proporcionado a través de los siglos ajustar esta frase de una manera dogmática lógicamente.
Hablando ya del cristianismo, Jesús fue el primer trabajador por excelencia. Proveniente de una familia trabajadora de carpinteros, sus enseñanzas entre otras cosas dejaban en claro la importancia y la relevancia del trabajo y el hombre.
Sin embargo sin desplazarme sobre la tangente, creo que el trabajo es una manera de mantenernos adormecidos, y no desatar pasiones. Tiene que ver con esta idea de control, y del poder. El hombre ha sabido domesticarse y deberíamos poder a esta altura de nuestra idoneidad poder vivir sin trabajar y esa energía volcarla en algo mas creativo que en la producción de bienes. Para eso necesitamos un cambio tan radical, que va desde nuestra forma de vida hasta nuestro pensar. Podemos empezar cuestionando frases como estas
¿el trabajo dignifica ?








martes, 2 de marzo de 2010

Noctambulo

Ya es pasada medianoche. Mi ritmo circadiano parece un tanto alterado ya que siento ese ardor en los ojos que promulga el sueño. Bostezo una vez, y otra y otra. Me revuelco entre las sabanas como si ese ínfimo gasto de energía me ayudara a conciliar con mia vía regia al inconsciente.
El tiempo y la impaciencia hacen la maldita sinergia para que yo entre en ese nerviosismo propio de un trasnochador. ¿Qué hice para no dormir? ¿O que paso omití para dormir? Como anhelo la apnea del sueño profundo, aunque sea solo una ilusión...
Basta! ahora si, a dormir! ... que tarea estúpida es regañar al ´´yo´´, como si ese dictamen me diera el cansancio nocturno, que imbecilidad!
El reloj sigue resonando y no solo la impaciencia sino también, el fastidio se suma a esta cruzada.
Implemento métodos caseros que me dejaron mentes supersticiosas sobre como doblegar al insomnio. Pruebo con tomar un vaso de leche.
La lactosa no me ayuda, empeora aun mas el cuadro. Me siento pesado. El sonido del segundero, la impaciencia, el fastidio y ahora se suma un peristaltismo intestinal que alimenta el circulo vicioso.
Todavía no me rindo. Otro artilugio para engañar mi mente y acallarla solo unas horas. Leer. Tengo que hacer una buena elección, que no sea una lectura atrapante sino todo lo contrario tediosa hasta el hartazgo. Que mejor que Ética en los negocios para interrumpir algunas sinapsis y que se activen las propias del sueño.
La leche, la ética bursátil son aliados de mi noctambulismo.
¿Que me queda? Ah ya sé!
Hacer cualquier cosa para evitar dormirme, de esa manera engañaría mi frenica actividad y cesaría al menos para dejarme dormir. ¡que sueño tengo pero no puedo dormir, debo....no se...hacer...adelantar trabajo (entre dormir y trabajar, mi mente optara por soñar).
Llegada la hora en que las campanas suenan y comienza un nuevo dia, yo me encuentro trabajando. No puedo creer que sea un noctambulo, yo que siempre me destaque en dormir bajo cualquier circunstancia. ¿Que voy hacer el resto del día? y ...dormir, pero no puedo porque esa es la maldición del noctambulo.