lunes, 15 de junio de 2009

la extincion del tiempo

Hoy parece que el tiempo es una joya de las más preciadas. El tiempo parece agotarse como si pudiéramos cuantificarlo y aunque parezca raro decirlo, el tiempo es algo dinámicamente estático, sigue su paso, sigue su rumbo…las horas pasan y pasan.
Aquellos que posean tiempo no solo serán vistos como privilegiados ante tan preciado bien sino con un dejo de sospecha.
¿Por qué posee tanto tiempo? ¿Acaso no tiene que trabajar? ¿Estará deprimido porque no hace nada con su tiempo? ¿Por qué no ocupa el tiempo en algo productivo? ¿Tendrá tanto dinero que el tiempo le sobra? Hay un sin fin de preguntas que a uno le surge cuando ve que un par dispone de su tiempo.
La vorágine en la cual vivimos, el aceleramiento y el frenesí en el cual vive el ser humano parecieran no tener una respuesta. Ni siquiera nos acordamos porque no disponemos de nuestro tiempo. Adjudicamos a esta escasez situaciones externas que nos sobrepasan. El trabajo, la familia, las deudas, los tramites burocráticos y la escalada también puede ser interminable.
Hay una cuestión económica que es innegable, la optimización del tiempo. Estamos siempre buscando hacer lo que hacíamos pero en un tiempo mas acotado. Los procesos lentos, que requieren tiempo nos fastidian. ¿Cómo voy a perder tanto tiempo en hacer algo? Lo contradictorio aquí es que ese tiempo que ganamos en mejorar nuestros quehaceres, ya sea en con un avance tecnológico (o sea con la ayuda de algún aparato) o con un incremento en nuestras habilidades, tampoco lo disponemos porque sigue existiendo esa falta de tiempo.
Yo no creo que el tiempo sea algo que se gane o se pierda. Como dije anteriormente, es en parte estático. El tiempo sigue su constante, pasa.
Yo pienso que somos nosotros los que creemos que no hay disposición del tiempo. Es mejor no tenerlo y de esa manera no pensar. No pensar en nosotros, en nuestras limitaciones, en nuestro contexto, porque en la realidad hay cosas que nos superan. Es mejor no pensar.
Y la realidad es que si, es mejor no pensar. Lamentablemente con nuestro pensamiento seguramente haremos nada ante la falta de tiempo, es mas seguramente nos frustraremos y nos agobie solo pensar que hacer con el tiempo. Asi todo elijo pensar aunque en la realidad
estemos subyugados ante la extinción del tiempo.

el detrás de escena

En nuestra sociedad es común el detrás de escena tanto en las personas como en las empresas, los estados, las organizaciones civiles, etc.
La pregunta obvia que se genera es: ¿Qué significa el detrás de escena?
La respuesta es sencilla, significa que todos mantenemos nuestra verdad bajo un velo, que la podríamos definir como la imagen. Todos perseguimos una imagen que nos haga más favorables frente a la mirada de los otros. Un ejemplo raudo y llano de esto es la función mediática. La circulación permanente de información en los medios es un papel fundamental (al menos así parece) en la vida de las sociedades. Ahora bien, ¿esta información que nos llega es realmente fidedigna o existe un detrás de escena, una verdad al menos modulada por aquellos que acaparan estos medios?
En principio me animaría a decir que esta función mediática no es más que poder. Un poder que redundo tiene aquellos que controlan estos medios ya que en este detrás de escena suceden cosas que ignoramos por completo.
Esta forma de transmitir la realidad, llega a nosotros. Nos cuesta terriblemente contar nuestra verdad. Pareciera que la creación de una verdad ideal sobre la realidad, (una mentira, en pocas palabras) nos dejará mejor ´´parados´´. Esto es obviamente porque podemos armar, manipular, modular, estos supuestos en post de controlar nuestra realidad. A la ´´verdad´´ no se la puede manipular, es un hecho, esta escrito. Por eso habitualmente nos decepcionamos de otros y de nosotros mismos.
Estamos frente a una venta incesante de imagen para socavar nuestra identidad imperfecta (que justamente nos humaniza). Así cuando los medios nos venden noticias fraudulentas, nosotros vendemos superación, tenacidad, coraje, aceptación, hidalguía, modestia, belleza; no así vulnerabilidad.
¿Cómo volvemos a la verdad? Pienso en el siguiente silogismo:la verdad nos hace libres. El compromiso con la verdad nos dejara solos. La soledad es el precio que debemos pagar para nuestra libertad. Me cuesta encontrar a esta situación beneficiosa, sin embargo voy hacer el intento. Estamos solos porque optamos por nuestra verdad y no la reducimos a la de otro. Es nuestra verdad contra el mundo, pero al fin de cuentas eso nos otorga identidad. Tenemos que desterrar nuestra propia mentira para finalizar con este detrás de escena y eso ¿implicaría a quitarnos el miedo a la soledad?
La parte mas contradictoria de todo esto, es quien escribe convive con este velo aunque me cueste reconocerlo. Esta contradicción en si misma me hace mas humano y lamentablemente tengo a mi pesar, un detrás de escena.

sábado, 13 de junio de 2009

mi mundo puede ser mejor...

Todos en algún momento de nuestras vidas, en algún segmento de nuestro pensar cotidiano, anhelamos lo utópico.
Utopías como la paz mundial, el amor sobre el odio, justicia social, equidad económica.
Todos son ejemplos de ilusiones un tanto generalizados. Extremos de algo sumamente perfecto y eso obviamente los convierte en casi una fantasía. Incluso, me animaría a decir, son insostenibles no inalcanzables. ¿Porque pensamos que estas quimeras no son sustentables?
Abordemos la equidad económica en el mundo.
Si pensamos como el mundo se maneja en la realidad en materia económica, lo saliente es la injusticia. Los porcentajes demuestran esta inequidad. El 80 % de la riqueza generada en el mundo pertenece tan solo a un 2 % de la población mundial.
Esta es la realidad. La situación hipotética seria que esta distribución sea perfecta, que cada individuo reciba la misma porción de la torta. El resultado a esto es todos los seres humanos seriamos ricos (si, ricos!!!, ni siquiera en un estado medio sino en abundancia)
Este mundo así planteado es insostenible ya que el sistema funciona desde la inequidad. La desigualdad es el motor de la economía mundial, para que existe riqueza tiene que haber pobreza, para que unos ganen otros deben perder.
Durante el último tiempo, esta brecha se hizo más grande. Aquellos que más tienen, incrementaran aun mas su patrimonio y los desposeídos no solo aumentaran sino que cada vez estarán mas marginados. En nuestro país durante la década del ´50 el proletariado se hacia con el 50% de las ganancias. En la actualidad, ese nro esta por debajo del 25%.
La pregunta ahora es: ¿existe la posibilidad al menos, de mejorar esta situación? ¿Deberíamos pensar en otro sistema, o cambia nuestra óptica hacia la riqueza y el dinero?
Precisamente esta en la búsqueda de otra manera de vivir. Que nuestro placer y felicidad no estén sujetos a lo material. Pensar que no se trata de salvarse de la pobreza, cual arca de Noe, ponderando nuestra vida económica como única salida.
No atarse a lo material desde la seguridad y estabilidad, sino forjar aliados como la cooperación. Buscar reparo en la ayuda y no en la autosustentación. Concientizando nuestros temores y alentando nuestras ilusiones, aunque no sean del agrado de nuestro contexto, llevarlas a cabo.
Finalmente si existe una idea de un mundo mejor, tendríamos que empezar por el nuestro, y aunque nos lleve una vida valdrá mil veces la pena que estar cegados por el sistema.
Palabras de Sócrates: ´´Una vida no examinada, no vale la pena ser vivida´´

TODOS Y UNO

Como hemos mencionado la problemática del hombre es algo que perdura siempre en nuestro pensamiento. Desde un punto de vista ontológico (ontos ser, logia estudio), el hombre se ubica como un ser elevado por el resto de los otros seres. Esto es, el hombre con respecto a la naturaleza. Sin embargo ¿como es la mirada del hombre hacia el resto de los hombres?
Desde la edad media en adelante el hombre ´´es´´ por su valor. En aquel tiempo el feudo se supeditaba sobre el vasallaje. En el renacimiento (surgimiento de ideologías como el iluminismo), a pesar de ser una era revolucionaria, esta idea del ser del hombre sobre el hombre seguía en vigencia.
Actualmente el modelo imperante es inherente al éxito, a la trascendencia del hombre. Existe una frase que para mi entender es algo confusa: sueño con ser alguien...
Mi pregunta es: ¿alguien como quien? ¿Como uno mismo o como alguien mas?
La respuesta creo que es un tanto obvio. Todos confluimos en uno (modelo imperante).
Ante un espectro de tantas personalidades, en donde no hay una persona idéntica a otra, todos queremos llegar a uno.
Hoy por hoy, la idea de persona es aquella que sigue ciertos parámetros, con la sumatoria que existe la permanencia en ese lugar. En vano creemos que esta segregación es la correcta, es lo normal. A modo de ejemplo, pensemos nuestra sexualidad: si hay un sujeto incuestionable en nuestra sociedad es el MONOGAMICO Y HETEROSEXUAL. Aquellos que se atrevan a salir de esa vaina, mínimamente están sujetos a criticas o a discriminación (no me refiero a la discriminación desde una sana elección sino aquella que nos hace creer que lo ajeno es lo equivocado, lo vergonzoso, lo lamentable.)
La superación a esta problemática es aceptar la pluralidad para lograr una verdadera introspección de nosotros mismo y de los otros. ¿Por qué no nos asombramos al ver que la mayoría de las personas convive con un conflicto permanente? Es que estamos todos persiguiendo un modelo impuesto, el todos en vez de uno. Se suele escuchar que la vida, como entidad, nos atropella ( ´´es una lucha´´), cuando somos nosotros los que chocamos con nuestra esencia.
Hay que lograr conectar con todos nuestros aspectos personales, desde los malos vistos por la sociedad hasta los buenos. Tenemos que definir ese ´´uno´´ para que el TODOS sea TODOS y no UNO.
Esto requiere pensar, y generar el espacio para el pensamiento y no creernos que el pensamiento es una perdida de tiempo; de lo contrario nos transformaremos todos en un rebaño y no precisamente seremos los pastores. Aunque esto parezca una quimera, desde la subjetividad se lograron los grandes cambios de la humanidad.

jueves, 11 de junio de 2009

la necesidad de creer...

Las problemáticas filosóficas plantean al hombre, a la muerte, la vida, el mundo, la abstracción, la física y la metafísica; y también nuestras creencias.
El hombre desde que es hombre tuvo la necesidad de creer. Así pues, podemos hablar de mitología. Esta se define como el conjunto de leyendas y cuentos de índole fantástico producto de nuestra imaginación. El objetivo de la mitología no es la búsqueda de la verdad, sino que el hombre crea en ella, en pocas palabras: fidelidad como finalidad.
De una manera un tanto mas compleja tenemos las religiones, que como contrapartida, si hay una búsqueda de verdad. Esta búsqueda es desde la fe y no desde la razón como lo seria la ciencia.
Una fe expresa desde lo emotivo, lo emocional; depositamos nuestra fe en aquello que creemos, ya sea un dios, la reencarnación, o la tierra prometida.
Por ultimo esta la ciencia. Esta necesita irremediablemente la comprobación empírica. Esto significa recrear situaciones ´´controladas´´para hacer luego una inferencia a la realidad y de esta manera demostrar nuestra supuesta verdad a través de este hecho.
Sin embargo estas no son las únicas expresiones de nuestras creencias. También necesitamos creer en la fidelidad de un amigo o de nuestra pareja. creer en nuestras capacidades para lo que emprendamos. creer que podemos amar y ser amados. creer que podemos encontrar nuestra felicidad, en definitiva siempre creer.
Ahora el interrogante que me urge es: ¿Por qué tenemos esta imperiosa necesidad de creer, de donde nace esto de tener que creer en algo?
Obviamente es sumamente complicado encontrar un solo factor que ilumine al menos lo que podría ser una respuesta. Sin embargo yo pienso y tal vez es mi contradicción, porque sé que somos presos de nuestras propias creencias. La búsqueda incesante de credibilidad tanto en dogmas religiosa, mitología fantástica, o mismo en una ciencia que no acepta mas allá de lo que ve; nos limita.
Acomodamos nuestra verdad en estas creencias sin buscar pluralidad, de manera que podamos tomar las riendas de nuestra vida, y estabilizarla.
Nos aterra no creer en algo, y suspendemos cualquier tipo de búsqueda. Es el llamado a la reflexión permanente lo que nos puede sacar esta agonía de ´´deber creer´´. Esto requiere pensar, y tal vez no llegar a un puerto y quedarnos allí, sino en la reflexión permanente de lo que pasa y nos pasa. En el dinamismo de nuestra mente encontraremos algo mas que la necesidad de creer por el solo hecho de creer.

domingo, 7 de junio de 2009

La negación del ser

Cuando nos remitimos al ser, en una concepción aristotélica, nos referimos a la esencia, a nuestra sustancia.
Ahora bien la pregunta que debemos hacer es la siguiente: ¿somos sustancialmente correspondidos a la idea que tenemos de nosotros mismos?
La negación del ser viene de la mano a la idea que tiene el hombre sobre el hombre mismo. El hombre durante toda su historia se vio como una figura crucial, ponderando su esencia por encima de otras. Tal vez el raciocinio y nuestra capacidad de lograr abstracción y un mundo de ideas nos puso en esa postura.
Ergo, hay q destacar que el hombre tan solo es una pieza en la maquinaria de la tierra. Y esto puede sonar reduccionista y una mirada tal vez demasiado sencilla de la realidad, pero hay una analogía un tanto escalofriante que revela la verdad de nuestra esencia.
Esto consiste en pensar a la tierra desde su génesis hasta el día de hoy en un lapso de 1 año. O sea si tomáramos el primero de enero del año como el día en que la tierra se hace presente y al 31 de diciembre de ese mismo año como la actualidad, nuestra estadía en la tierra correspondería tan solo a los últimos quince minutos del ultimo día del año. Esto nos lleva a pensar que no somos ni por cerca indispensables, únicos, especiales, y me cuesta pensar que somos semejantes a un posible dios creador de la tierra.
Pero para no entrar en discusiones de tinte teológico, pensemos tan solo una cosa.
Por que no pensar que tan solo somos una compleja comunión y armónica de elementos orgánicos. Por que ponderamos nuestra vida en la tierra sobre la vida de otro ser. Yo me animaría a decir que somos colonizadores de nuestro propio mundo. Aplicamos nuestra mejor herramienta que es el raciocinio para abrirnos paso en el mundo bajo la justificación de que somos seres semejantes a nuestro dios, y nos creamos un mundo nuevo de ideas, sobre la naturaleza y sobre nosotros mismos.
Hay que hacer una mirada tan solo en la forma en la cual vivimos. La gran mayoría de los seres humanos viven en megaciudades, ciudades o pueblos. Nos transformamos en cosmopolitas, negadores totales de nuestra elemental sustancia, vivimos en mundos artificiales aislados de la naturaleza. Esta forma de vida, tan artificial nos llevo a tal desequilibrio que el hombre no concibe, a pesar de nuestra gran capacidad como pensadores, en otra forma de convivir con el mundo. Y hago hincapié en esto que es que no estamos solos y ni siquiera es nuestro hogar la tierra, tan solo somos una pieza mas en la maquinaria de la vida del planeta.
Alejados de posibles peligros y alargando nuestra esperanza de vida, nos creemos eternos. Es mejor no pensar en nuestro deceso, en el final. Nos enterramos para no ver la muerte ni tenerla cerca. Y lo que habría que pensar que emparentada que esta la muerte con la vida. No como dos polos opuestos sino en la confluencia de los dos, donde se emparentan. Desde el primer momento que pensamos en que somos eternos dejamos de vivir paradójicamente.
Por que no aceptamos que estamos aterrados ante una realidad que es que somos seres con vida como lo es cualquiera que habita la tierra. El hombre necesita de esa anestesia para palear esa realidad.
Cual seria nuestra concepción de nosotros mismo si existiera un ser superior a nosotros. Que nos doblegara en nuestra destacable virtud, la razón. ¿Nos sentiríamos eternos?yo creo que no. Es nuestra arrogancia y nuestra idea de poder lo que nos lleva a negar nuestra esencia.
Actualmente se vienen gestando catástrofes naturales que no son mas que la respuesta de cómo vivimos. Para crear nuestro artificio destruimos lo natural, lo que hace millones de años funciona no gracias a nosotros. Esto obviamente tiene su costo, y la abstracción de nuestro ser se va a terminar cuando la realidad nos toque la puerta.
Y la realidad es que la tierra sola vivió millones de años y nosotros, no es que sin ella no vivimos vuelvo a repetir, solo somos un engranaje que actualmente funciona mal.
Análogamente seriamos como un cáncer, y la batería de químicos las catástrofes naturales. Y aquí es donde comienzo a dilucidar una respuesta al interrogante de nuestro ser. Cuando logremos conectar con nuestra sustancia real y no idealizada, estemos en comunión con la naturaleza, habremos logrado superar la negación de nuestro propio ser.