jueves, 27 de agosto de 2009

Cavernicolas

Esta palabra designa aquellos primeros hombres primitivos, indefensos, sobrevivientes que pasaban sus noches refugiados en cavernas y cuevas.

Su medio de protección frente a un mundo hostil, lleno de bestias con ansias de devorar aquellos desprotegidos, sin hesitar era el refugio proporcianado por esas cuevas. Bajo una mirada humeana estos hombres se encontraban distantes de poder y opulencia en comparación con el contemporáneo. Poco controlaban a su rededor, eran aún más presas que cazadores. La naturaleza misma los integraba a la selección natural y a la ley del mas fuerte.

¡Que lejos nos encontramos de la realidad del cavernícola!¡que suerte la nuestra de haber evolucionado de tal manera que la selección natural nos abandono hace rato!De todos modos la pregunta que se genera es la siguiente ¿Seguimos necesitando ´´cavernas´´ en la actualidad?El hombre en la actualidad sigue buscando donde hacer reparo frente a las viscisitudes. Obviamente que el contexto es otro, y las condiciones son cambiantes, pero el fin sigue siendo el mismo: La necesidad de refugio.

Mucho más diversificado y complejo el hombre encuentra el refugio en aquellos bálsamos y en ocasiones también en los tal cuestionados vicios que le proporcionan ese descanso de la realidad.

Sin poner en tela de juicio cuales de estos refugios son moralmente adecuados todos persiguen lo mismo. La formación de un hogar, la construcción de un proyecto ambicioso, el sostén que nos brindan nuestros seres queridos, el ejercicio de nuestras pasiones, etc...son todos ejemplos bajo mi óptica de refugios. En contraposicion a estas ´´sanas guaridas´´, encontramos aquellos que se abstraen de su realidad con el trabajo, las drogas, el fanatismo tanto por una religión como por una camiseta, y aquellos que ostentan de cualquier tipo de poder; en definitiva ejemplos de ´´cavernas´´.

Todas son ´´cuevas´´ que nos otorgan descanso de las bestias (a veces internas) que se alimentan de nosotros.

El hombre primitivo y el cosmopolita del siglo XXI no son tan disímiles. Ambos buscaron y buscan ese refugio con la puesta del sol y el advenimiento de la oscuridad.



jueves, 20 de agosto de 2009

Maquina de hacer pobres

Recientemente estuvo en bocas de todos la declaración de la máxima autoridad eclesiástica, Benedicto XVI , en la cual manifestaba su repudio e indignación de la pobreza existente en la Argentina.
Con ´´voz autorizada´´, este pobrenologo y conocedor de las viscisitudes de los países emergentes, calificó de vergonzosa a la misma.
Lejos me encuentro de coincidir con esta iglesia sin embargo es cierto que la Argentina paupérrima genera más que vergüenza y es impotencia. Me encuentro, pienso como a muchos, atado de pies y manos frente a este mal que se incrementa exponencialmente año tras año.
Lamentablemente pensamos que la pobreza es algo pendiente en el hombre...algo por resolver. Este yerro, fracaso o cuenta pendiente es vista por aquellos ingenuos que creen que el mundo esta funcionando mal. Me atrevo a pensar lo contrario.
El mundo económico es una fabrica de hacer pobres y esta voracidad de consumo genera una nueva pobreza que es aun mas cruenta y ruin: la indigencia. Son esos hombres y mujeres que sueñan con necesidades del primer orden.
Lo que me lleva a pensar de esta manera es ver el escarnio de aquellos que se juntan a debatir sobre la problematica. ¿que hacemos con los pobres? Estos señores cual feudo, vendedores de consternación, preocupación por algo que no les mueve un pelo, son los que alimentan esta maquinaria para su propio fin terrenal tras la codicia, poder y estupidez.
La nueva conquista de los poderosos no es territorial sino peor aun es silenciosa casi imperceptible y enmascarada de manera hipócrita, y radica en manejar esta maquina para la generación de mas y mas pobres.

lunes, 10 de agosto de 2009

Martires

Existen en nuestra vida escasas y me animaría a decir nulas certezas. La búsqueda de la ´´verdad´´ puede convertirse en un laberinto sin alumbrar una posible salida. Sin embargo lo único verosímil, aquello que ante todos debemos ceder, es que existe un final, somos finitos.
Así nos tentemos con la esperanza de un lugar eterno y perfecto, esta vida tiene fin.
Esta verdad suele adoptarse, negarse, ignorarse, en fin cada uno elige una postura que suele transmutarse de manera etaria a largo del camino.
Pero lo que logra mi asombro y se torna anacrónico, como aquellos que mueren se convierten en mártires bíblicos contemporáneos.
La muerte nos otorga ese manto piadoso que se encarga de limpiar nuestros pecados, errores, confusiones, miserias que muchos en vida se encargaron de remarcarnos. Pareciera que la muerte nos regala ese descanso, ese relajo del que dirán...enaltecemos las virtudes de aquellos que no están, tal vez por lamento de la perdida, mismo por nuestra moral que nos aturde con ese ´´respeto al difunto´´ y no hacemos mas que no decir a ´´los cuatro vientos´´lo que pensamos.
Esta situación se ve claramente cuando están velando alguien y se dicen algunas palabras...recordemoslo como ....y no como aquel...
¿Por qué no recordarlo por lo que fue realmente y no como un mártir, o un héroe? ¿que tranquilidad moral nos otorga el hecho de ´´no decir´´ de aquellos que mueren?

viernes, 7 de agosto de 2009

Desequilibrados

Nuestro medio interno, como así también el de la mayoría de los seres vivos, se encuentra dinamicamente equilibrado. Esto significa que cada célula de nuestro organismo se encarga de mantener niveles constantes de sus componentes básicos. Obviamente este ´´trabajo´´ es a expensa de un gasto energético, que es lo que muchos definen como la clave de la vida. Sin esta homeostasis la vida seria una ilusión.
Análogamente, pienso a la humanidad cual este medio interno. Desde que el hombre es hombre es que estamos desequilibrados, buscando anhelos y sueños como la paz mundial, la justicia social, la equidad, el poder soberano y en estos tiempos la ecología.
El desbalance justamente se encuentra entre aquellos que atentan con estos sueños y utopías y contrariamente los que abogan por ellos. En un principio y gracias a nuestra moral y conducta humana, es pensarnos en aquellos que defienden estas utopías, sin embargo la realidad es que la mayoría se encuentra en aquellos que vulneran estos sueños.
A pesar de esta mención, y la infinidad de discusiones que pueden surgir a raíz de esta distribución, lo remarcable aquí es que este desbalance define nuestra vida. ¿Que haríamos si el ´´mal´´ no existiese, o bien el ´´bien ´´ no existiese? ¿que habría por crear o insisto así destruir si estuviesemos perfectamente balanceados? El equilibrio justamente es muerte, es quietud, surge nada de un equilibrio. Empíricamente, una célula en equilibrio entra en lisis.
Así cuando aboguemos por el fin de muchos males de la humanidad, recordemos que es el desbalance los que nos mantiene con vida y no el fin, en el equilibrio del bien y del mal.