sábado, 13 de junio de 2009

mi mundo puede ser mejor...

Todos en algún momento de nuestras vidas, en algún segmento de nuestro pensar cotidiano, anhelamos lo utópico.
Utopías como la paz mundial, el amor sobre el odio, justicia social, equidad económica.
Todos son ejemplos de ilusiones un tanto generalizados. Extremos de algo sumamente perfecto y eso obviamente los convierte en casi una fantasía. Incluso, me animaría a decir, son insostenibles no inalcanzables. ¿Porque pensamos que estas quimeras no son sustentables?
Abordemos la equidad económica en el mundo.
Si pensamos como el mundo se maneja en la realidad en materia económica, lo saliente es la injusticia. Los porcentajes demuestran esta inequidad. El 80 % de la riqueza generada en el mundo pertenece tan solo a un 2 % de la población mundial.
Esta es la realidad. La situación hipotética seria que esta distribución sea perfecta, que cada individuo reciba la misma porción de la torta. El resultado a esto es todos los seres humanos seriamos ricos (si, ricos!!!, ni siquiera en un estado medio sino en abundancia)
Este mundo así planteado es insostenible ya que el sistema funciona desde la inequidad. La desigualdad es el motor de la economía mundial, para que existe riqueza tiene que haber pobreza, para que unos ganen otros deben perder.
Durante el último tiempo, esta brecha se hizo más grande. Aquellos que más tienen, incrementaran aun mas su patrimonio y los desposeídos no solo aumentaran sino que cada vez estarán mas marginados. En nuestro país durante la década del ´50 el proletariado se hacia con el 50% de las ganancias. En la actualidad, ese nro esta por debajo del 25%.
La pregunta ahora es: ¿existe la posibilidad al menos, de mejorar esta situación? ¿Deberíamos pensar en otro sistema, o cambia nuestra óptica hacia la riqueza y el dinero?
Precisamente esta en la búsqueda de otra manera de vivir. Que nuestro placer y felicidad no estén sujetos a lo material. Pensar que no se trata de salvarse de la pobreza, cual arca de Noe, ponderando nuestra vida económica como única salida.
No atarse a lo material desde la seguridad y estabilidad, sino forjar aliados como la cooperación. Buscar reparo en la ayuda y no en la autosustentación. Concientizando nuestros temores y alentando nuestras ilusiones, aunque no sean del agrado de nuestro contexto, llevarlas a cabo.
Finalmente si existe una idea de un mundo mejor, tendríamos que empezar por el nuestro, y aunque nos lleve una vida valdrá mil veces la pena que estar cegados por el sistema.
Palabras de Sócrates: ´´Una vida no examinada, no vale la pena ser vivida´´

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