lunes, 30 de noviembre de 2009

Rico en el tercer mundo: ultima parte/ rico en el tercer mundo

La Argentina que el había dejado, no distaba mucho de lo que el siempre pronosticaba. Era predecible lo que acontecía en el país.
Sin saber bien el motivo el cual lo trajo nuevamente a su tierra, se dispuso a seguir con su cometido. En tan solo unos años creo un emporio que cotizaba en bolsa y era una consulta permanente en editoriales de economía. Poco a poco su imagen paso a ser casi mediática, era un sujeto reconocido por toda la sociedad. Tapas de revistas, programas televisivos, columnas en periódicos, josema estaba en el apice de lo que el siempre había soñado.
Sentía con mucha resonancia por momentos el reproche de su difunta madre, como un eco por haberse convertido en aquello que ella siempre desprecia, que es la vida material. De todos modos no era un hombre que lo hacía por el placer, ni tampoco por el poder que le ofrecía esta forma de vida. Era un desafío permanente, y tenía que ver con las palabras que había citado su padre en aquella carta, en seguir su propio camino.
Poco a poco comenzaba a entender el motivo de su regreso. La realidad del país ofrecía un ambiente hostil para aquellos acaudalados. La envidia, el resentimiento era una mochila que debía cargar, frente la mirada de aquellos desposeídos, hijos del tercer mundo.
No sentía culpa en convivir con el contraste pero si sufría los embates de la argentina paupérrima. Había sido víctima de numerosos asaltos y lo más llamativo era que no tomaba medidas al respecto. Con mucha seguridad sentenciaba: ´´nadie me va a decir como tengo que vivir´´
Era también curioso como en diferentes ocasiones lo escrachaban organizaciones sociales, de trabajadores, y aquellos que protestaban de la realidad. Lo tildaban de ´´cogotudo, ´´gorila´´ hasta arremetían con ´´facho, y vendepatria, siendo hijo de desaparecido y sabiendo como nadie el ´´manifiesto comunista´´.
Así todo, este rockefeller argento, hacía caso omiso porque bien sabía cual era su origen y lo mucho que le había costado y le costaba su vida.
Sin embargo el peligro no provenía de las clases medias y bajas. La clase política y los empresarios competidores de su imperio, lo tenían entre ceja y ceja. No gustaba que uno de los suyos meta las narices donde no correspondía. El plan maestro de josema era también cambiar la realidad del país y como siempre él citaba, no era cuestion de poder sino que la argentina progresista no le convenía aquellos que siempre habían gobernado la suerte del país.
Comenzó a cambiar la realidad primero de su entorno y luego con una acción social mas macro. Desde educacíon y trabajo, su labor de hormiga llegó finalmente a colmar la paciencia del establishment. Primero recibío amenazas telefonicas: ´´vas a terminar como tu viejo...no seas gil.´´
A lo que el respondía, ´´no me vas a decir como tengo que vivir, ni vos ni nadie.
Lo segundo fue un atentado fallido. Lo balearon en la puerta de su casa. El noticiero cómplice de este establishment citaba: ´´en un intento de robo, el magnate Jose María fue herido de bala por tres malvivientes.´´ Solo las radios locales de barrios humildes lo denunciaban como un atentado. ´´este héroe de la labor social, terminara como Mujica en manos de los mismo de siempre´´
Los impacientes por verlo enterrado no tardaron en visitarlo al hospital. Irrumpieron en el letargo de la noche. Mientras se escuchaban los pasos en el pasillo josema pudo sentir aquello que su padre cuando las ´´botas´´ lo hicieron desaparecer. Habiendo recorrido otro camino, desde la antípoda (capitalismo vs socialismo), su final era el mismo. ¡Que paradójico y absurdo resultaba ser!
Su verdugo le dio la chance de un ultimo deseo:
-ya sabes a que venimos, que queres...un pucho, un trago antes...
-no tan solo quiero decir...
nadie me ordenó como vivir, nadie....
La herencia fue completa, tozudez, perseverancia, un distinto camino pero el mismo final para este rico del tercer mundo.

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