martes, 29 de abril de 2014

El entusiasmo mi maestro


Siempre encuentro dentro de mí aquella remembranza que sube mis ánimos, que alborota mis humores, que me llena de entusiasmo.

Como buen analítico y metódico gracias a mi padre, siempre busco el origen y en este caso se relaciona con la etimología de la palabra; que reza de la siguiente manera:

´´Entusiasmo: de origen griego- enthousiasmo ---inspiración divina,  relación a lo divino, que lleva un DIOS dentro. La persona entusiasmada, por lo tanto, era aquella guiada por la fuerza y la sabiduría de un dios, capaz de hacer que ocurrieran cosas.´´

Que etimología tan poderosa y mágica que conlleva a la siguiente interrogación:

¿Cuándo logro inspirarme o entusiasmarme, es que conecto con DIOS? O reformulado de la siguiente manera: ¿Es el mismísimo DIOS que se comunica, que conecta conmigo mediante el entusiasmo?

Si se lo cuestionase a un cura párroco o alguna entidad, cualquiera fuese, ´´autorizada en cuestiones espirituales respondería que es algo ajeno a mi entidad, es algo ´´superior´´ que obra sobre mí que me otorga este fervor, que me empuja a realizar la acción, la creación.

Dentro de mi ignorancia, reside un ´´se´´. Si existe algo que ´´se´´ es que lo ajeno a mí no existe. Es una ilusión proyectada la realidad, mi realidad. De modo que si lo ajeno a mí no existe, quiere decir que este reside en mí. De modo que aquel soy yo, y yo soy aquel. Todos somos uno y viceversa. Me atrevo entonces a afirmar que Dios no es ajeno sino que reside en cada uno de nosotros. Otrora alguien llamado Jesús así lo dijo: No dirán "mirad, aquí está" ni "allí está", porque el reino de Dios está dentro de vosotros.

Siguiendo este silogismo, la inspiración divina o el entusiasmo no es más que aquella conexión profunda con uno mismo, porque yo soy dios, tú eres dios y aquel es dios.

De manera concluyente puedo cerrar aconsejándome, aconsejándote: ´´sigue tu entusiasmo, porque no hay mejor maestro o guía que aquella inspiración que nos dará propósito, infinita fruición e inmensa felicidad.
***Relato de un anónimo***

No hay comentarios:

Publicar un comentario